Publicado el 26 septiembre 2018
Los relojes Flieger usados por la Luftwaffe - la fuerza aérea del Tercer Reich- durante la segunda guerra mundial fueron parte esencial en el equipamiento de los bombarderos alemanes.
Dos de los modelos más conocidos, llamados coloquialmente como “fliegers” (“aviador” en alemán), eran los “Beobachtungsuhr”, o “B-Uhren” de forma abreviada. La traducción literal es “reloj de observador”, y estaban diseñados para la tripulación de los aviones de combate. Los pilotos recibían cronómetros de muñeca, y el resto del personal piezas más simples.
Hay que entender que en tiempos de guerra, en la época de la que estamos hablando, el reloj no era un artículo de vestir o complemento de moda, sino una herramienta vital para que los navegantes pudieran determinar su posición en un mapa. De la misma forma, suponía un elemento crucial para los bombarderos, a la hora de sincronizar los explosivos.
Durante los bombardeos nocturnos de grandes ciudades como Londres, los bombarderos estratégicos del Reich navegaban por la noche siguiendo haces de radio lanzados desde el otro lado del Canal de la Mancha. Los aliados lograron interferir estas señales, lo que provocó que la navegación se tuviera que hacer mediante cálculos de velocidad y tiempo, para los que la precisión de los relojes resultó fundamental.
Nuestro reloj WTI está inspirado en el modelo: “Flieger Baumuster B”. Estos relojes eran originalmente de gran tamaño (que no hemos conservado en nuestra réplica para poder presentar un reloj utilizable actualmente, que se pueda disfrutar no sólo como pieza de colección), tanto porque las maquinarias que llevaban provenían de relojes de bolsillo, como porque estaban pensados para ser llevados por encima de un grueso guante de vuelo, necesario para proteger las manos de congelaciones cuando se volaba a mucha altitud. Este es el motivo por el que también muchos aviadores llevaban los Flieger colgando del uniforme a la altura del pecho o en el bolsillo.